jueves, 16 de febrero de 2012

Sones musicales en la Zalamea republicana.

No es ninguna novedad señalar ahora que la cantera musical de Zalamea la Real no tiene nada que envidiar a la de otros muchos lugares de este pequeño mundo en el que vivimos. Y no hay más que lanzar la vista a nuestra  Banda Don Justo Ruiz o a la recien nacida Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno para saber que no soy ningún impetuoso visionario que hace del chovinismo bandera propia con la que describir las maravillas de su tierra. Incluso voy más allá: nuestra Banda es uno de los patrimonios culturales más relevantes de nuestra villa, poseedora de la gran  virtud de amenizar todo tipo de acontecimiento local con las notas que salen de sus variados instrumentos.
Todos estos grandes músicos de la actual Zalamea pueden encontrar un claro referente si dirigimos la vista hacia atrás, dándonos un paseo en el tiempo durante unos 80 años, hasta llegar a la democrática Segunda Republica. Etapa de profundos avances sociales,  políticos, y en menor grado, económicos (y es que las repercusiones del crack de 1929 no ayudaron a que se completara la tradicional trilogía socio-política-económica) también contribuyó a la aparición de variadas entidades culturales, o a la potenciación de las que ya existían. Centrándonos en la Banda Municipal de nuestro pueblo allá por los años 1931-1936, intentaré hacer un breve recorrido por los principales aspectos de la vida musical de la Zalamea Republicana.

Durante el periodo republicano, la Banda Municipal de Zalamea la Real, a tenor de los instrumentos existentes en el inventario realizado por el Ayuntamiento, se compondría, aproximadamente, de unos 30 ó 35 músicos encargados de llenar de musicalidad las noches de domingo, las ferias y todos los acontecimientos dignos de resaltar con la música de estos hombres. Y digo hombres porque no encontramos ninguna fémina entre sus filas. Y es que como todos sabemos, los tiempos que corrían no eran verdaderamente positivos para el sexo femenino  tan solo encontraba tiempo para las labores domésticas (aunque la propia República ya lograría grandes avances para la mujer, como el sufragio universal). Entre todos ellos podríamos encontrar nombres conocidos como los de Norberto Núñez, José Núñez, Armando Lancha, Antonio Serrano, Manuel Serrano, Antonio Trigo, Abilio García, Manuel Perea o Niño Canelo entre otros muchos. Como encargado de la Banda estaría Antonio Núñez y el maestro de música sería Justo Ruiz Librero, figura que actualmente da nombre a la Banda de Zalamea la Real.

La instauración del régimen republicano a nivel local el día 17  de Abril de 1931 determinó un nuevo calendario de actuaciones de la Banda del municipio concretado entre el Alcalde  de la villa, el socialista David Vázquez Domínguez, y el encargado de la propia institución musical, Antonio Núñez. Es evidente que el cambio de régimen trajo consigo la celebración de nuevas fiestas, sobre todos las vinculadas al cambio político. De este modo, entre los acuerdos firmados entre ambas instituciones estaría la de celebrar conciertos los días 14 de abril, fecha de la Proclamación de la Segunda República a nivel nacional; y 1 de mayo, Fiesta del Trabajo, fecha importante para la masa obrera victoriosa en los comicios del 12 de abril de 1931.

En estos días de fiesta, la Banda de Música recorrería las calles de la población durante la mañana; y al caer la noche celebraría un concierto frente a las Casa Capitulares, situadas donde actualmente la encontramos. Los honorarios por todo ello se ajustarían en 200 pesetas anuales.

Junto a esto el compromiso entre Ayuntamiento y Banda también acordaría celebrar unos 13 conciertos nocturnos los trece domingos que antecedían a la feria de Septiembre, por lo que los zalameños gozaban durante las noches dominicales de todo el verano de las piezas que tocaban sus paisanos (algo que verdaderamente debía ser muy placentero). Cada uno de estos conciertos, por seguir dando las cifras monetarias a modo de pura  anécdota, se pagaría a 45 pesetas cada uno, con lo que la cuenta de la Banda ascendería en 585 pesetas más.

Para acabar de finiquitar este melódico contrato, la Agrupación musical también se comprometía a actuar durante los tres días que duraba la feria del mes de Septiembre en todos los acontecimientos relevantes: dianas, corridas de toros,...Por ello se pagaría unas 650 pesetas.

Junto a todo ello el Ayuntamiento pagaría al encargado de la Banda, el citado Antonio Núñez, unas 565 pesetas, con lo que la cifra, en suma, pasaría a totalizarse en unas dos mil pesetas, dinero que saldría de las arcas públicas del consistorio. Además, la Corporación municipal también se comprometía a facilitar un local adecuado donde la Banda pudiera ensayar las veces que estimara oportunas.


El arte de la música, como hemos podido comprobar, posee un añejo vínculo con esta tierra, y esto es algo de lo que debemos estar muy orgullosos los zalameños. La Banda de Música Don Justo Ruiz, hija de esta tierra, es fiel heredera de los principios musicales de los que la precedieron. Todos esperamos ansiosos de oír sus sones cuando lanzan al aire sus primeros acordes tal como lo hacían aquellos habitantes de la Zalamea de antaño.



                                               José Manuel Vázquez Lazo.

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