El movimiento anarquista español pasó, desde sus inicios a finales del siglo XIX, de un sin fin de organizaciones obreras desorganizadas y descentralizadas por todo el panorama sindicalista español a la implantación de un anarcosindicalismo fuerte, organizado y bien estructurado a nivel nacional a principios de la década de los 20, y sobre todo, muy activo, en los albores de la Segunda República. Durante los años anteriores al régimen republicano obtuvo uno de los papeles principales, sobre todo dentro del panorama de lucha obrera, motivo que le enfrentó de forma directa con el sindicato socialista UGT. A finales del siglo XIX, sobre todo a partir del año 1899, el anarquismo andaluz experimentaría una gran recuperación, gracias al movimiento sindicalista, que poco a poco iría implantando las tesis anarquistas en los campos de Andalucía.
En el año 1910 se culminaría con la constitución de CNT (Confederación Nacional del Trabajo), sindicato de fuerte implantación anarquista, cuyos principales objetivos eran aquellos que el anarquismo internacional promulgaba: la consecución de la sociedad libertaria y el triunfo de todas las demandas de la masa obrera. Las nuevas tesis cenetistas no llegarían a Andalucía de forma directa, puesto que las luchas internas entre anarquismo puro y anarcosindicalismo en la región ralentizaron este hecho. No obstante, a medida que los primeros adoptaron las teorías de los segundos, el proceso de implantación del sindicato CNT se aceleró de forma extraordinaria. En 1919, tras los acuerdos acordados en el Congreso de CNT celebrado en Sants un año antes, se fue difundiendo por Andalucía la nueva estructuración sindical, representada en el llamado Sindicato Único, que englobaría a todos los trabajadores de un mismo oficio para así acrecentar la eficacia de la lucha revolucionaria. En las zonas urbanas se implantarían estos sindicatos únicos, agrupados en federaciones locales; y el ámbito rural la agrupación se realizaría en Federaciones Comarcales.
La proclamación dela Segunda República en Abril de 1931 provocó un gran número de cambios políticos que promovieron grandes expectativas de esperanza en la masa obrera, puesto que veían en el nuevo régimen el gran valuarte para la consecución de los objetivos que durante siglos se les habían negado. Pero esta euforia inicial poco a poco se iría apagando, sobre todo con el devenir de los acontecimientos y por la demora en la llegada de soluciones directas para el obrero. La política de CNT para el campo andaluz ya se definió en el Congreso Nacional celebrado en el mes de Junio de 1931, dos meses después de estrenarse el nuevo régimen democrático. El objetivo principal no era obtener tierras para los afiliados al sindicato cooperando con los postulados republicano-socialistas expuestos en el texto de la citada Reforma Agraria, sino que se pretendía preparar a la masa campesina para la revolución y para la experiencia anarcosindicalista. El proceso de implantación de este anarcosindicalismo de CNT en el campo andaluz llegó a ser un grave problema para el régimen republicano, hasta el grado de ser la espoleta que provocó la caída del gobierno Azaña en 1933 tras, los sucesos de Casas Viejas.
La proclamación de
Según Cristóbal García, la provincia onubense experimentaría un gran auge, en valores absolutos, entre los años 1919, 1931 y 1932, pasando de 2.983 a 4.730 y a 14.995 afiliados respectivamente. La gran mayoría de los anarquistas de Huelva constituirían un grupo seguidor de las tesis de ángel Pestaña: los llamados sindicalistas y posteriormente treintistas. Los sectores más comprometidos con la ortodoxia anarquista (FAI) se ubicaban en la Cuenca Minera , y sobre todo en Nerva y en Salvochea. Aunque Riotinto y Zalamea la Real también aglutinarían un gran número de afiliados.
La organizadción de CNT en Zalamea la Real decir apareció en los primeros meses de la Segunda República , y en concreto en el mes de diciembre de 1931. El grupo de anarquistas zalameños se englobarían en una sección del Sindicato comarcal, estructuración derivada del Congreso anarquista de Sants y que se denominaría a efectos legales como CNT. Sindicato Único de Trabajadores de Riotinto y su comarca. Sección Zalamea. El día 7 de diciembre de 1931 se constituiría de forma legal la sección zalameña del sindicato CNT, apadrinada por la sección de Nerva, tras la asamblea general celebrada dos días antes en la Plaza de Toros de la localidad. La primera ejecutiva del grupo de CNT de Zalamea la Real estaría formada por cinco miembros: José Pascual Fontenla, como Secretario1º; Cayetano Márquez Pérez, como Secretario 2º; Manuel Gómez Nogales como contador; y como Delegados al pleno del Comité del Sindicato, José Lazo Castilla y José Coronado Cuaresma; y su local social se ubicaría en la calle Clavel, 4. A lo largo de 1932 habría dos cambios en la dirección; y en 1933 otros tres (entre cuyos nombres estarían, además de los anteriores, José Caballero Palmar, Enrique Caldera Merchán, José Caballero Contreras, Manuel Caballero Palmar, Antonio González García, Ramiro Raigada Pablo, Francisco Caballero, Andrés Márquez y Javier Barrada). Después de estas fechas, apenas contamos con documentación al respecto.
Pero el acontecimiento más importante de cuantos se produjeron con relación al movimiento anarquista de la Cuenca fue la visita de la dirigente anarquista Federica Montseny, que en su viaje realizado por Andalucía en el verano de 1932 tenia proyectado realizar una visita a la región minera onubense. En este ambiente de consolidación de los ideales anarquistas en la zona, la visita de Montseny entre los días 22 de julio y 1 de agosto del año 1932 marcaría un hito en el calendario ácrata local.