El 8 de septiembre de 1264, el francés Jacques Pantaleón de Court-Palais, elegido Papa en 1261 bajo el nombre de Urbano IV, emite la bula Transiturus hoc mundo. Entre sus principales premisas estaba una nueva condenación de la herejía proclamada por su compatriota Berengario de Tours dos siglos atrás, cuando negó el hecho de la Transubstanciación en la Eucaristía. Pero la bula destacó por la institución en el calendario litúrgico de la Solemnidad del Corpus Christi para todo el orbe católico. El Pontífice no hacía más que recoger una tradición que se había ido expandiendo desde inicios del siglo XIII por deseo y empeño de la religiosa belga Juliana de Mont Cornillon (visionaria eucarística desde su más tierna juventud, y a la postre, santa de la Iglesia de Roma). En 1246 Santa Juliana consigue que toda la Diócesis de Lieja celebre la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Unos años después, y tras la manifestación de algún que otro milagro en torno a este hecho, Urbano IV emite su bula. Tomás de Aquino encauzaría el camino doctrinal con su obra Oficio y Misa del Corpus y con la composición del himno eucarístico del Pange Lingua.
Se estipuló que la Solemnidad tuviera a bien celebrarse sesenta días después de la Pascua de Resurrección, y por consiguiente, atendiendo al calendario litúrgico, el jueves posterior a la celebración dominical de la Santísima Trinidad.
Los datos de la festividad en Sevilla no los encontramos hasta inicios del siglo XV. Y por extensión jurisdiccional, es decir, teniendo en cuenta que Zalamea por estas fechas estaba bajo la mitra arzobispal hispalense, la festividad se desarrollaría desde este tiempo en la localidad andevaleña. Aunque esto último, a falta de documentación pertinente, no podemos afirmarlo. Pero sí podemos confirmar la existencia de la Hermandad del Santísimo Sacramento a inicios del siglo XV (cuya responsabilidad anual, como veremos más adelante, estaba la de organizar la celebración del Corpus), puesto que ya en las Reglas de la Hermandad de San Vicente (1425) se cita a dicha cofradía:
...Hoan de las armas mando una suerte de tierras que esta a el arroyo de el ffresno que alinda con tierras de la coffradia del SSantisimo Sacramento...
Bien es verdad que el siglo XVII será sinónimo del apogeo cofradiero en las tierras del Arzobispado, puesto que comenzarán a erigirse por toda la diócesis Hermandades Sacramentales que revalorizarían el culto al Santísimo Sacramento y dignificaríann la festividad del Corpus Christi en todas aquellas localidades donde se instituyeron. En Zalamea (del Arzobispo) encontramos para este siglo las primeras referencia a la ferstividad a la que estamos haciendo referencia. Las Actas Capitulares del Archivo Municipal nos señalan la forma de actuar del Cabildo y de los habitantes en la celebración y la preparación de los actos festivos del evento. Así, para 1659 se determinaba que:
…item acordaron que para la fiesta del dia del Corpus Christi del presente año se haga lo siguiente: Primeramente el mayordomo de este concejo prevenga los tamboriles […] y unos arcos en el camino […] que se hagan en la plaza junto a las casas del cabildo dos danzas una de xitanas y otra de cascabel o de espadas y se haiga una carpa de juncia como es costumbre y se haga la fiesta de moros y cristianos haciendo un castillo para ello como es costumbre en la plaza de la audiencia de esta villa buscando la gente ropa que para ello fuera necesario. Y dicho mayordomo prebenga los fuegos y coxetes boladores y de cordel y rueda y de fuego que le pareciese para este dia. Y prevenga velas de cera blanca de a libra para los oficiales de este concejo y para los ministros de aquarta, como es costumbre…
Es evidente la importancia festiva de la celebración, en la que podemos observar varios elementos: primero, la existencia de grupos de baile, como la danza de xitanas, de reminiscencias medievales y muy comunes en las celebraciones del Corpus; y la danza de cascabel o espadas, que al igual que la primera hundía sus raíces en el Medievo. Como no tenemos libros de cuentas ni se hace alusión a los gastos del Cabildo para este festejo, no podemos saber si dichos grupos de baile estaban formado por vecinos de la villa (lo que abriría una importante vía de estudio sobre danzas medievales de la localidad) o habían sido contratados en otro lugar. Y todo ello acompañados del tamboril. La expresión “como es costumbre” indica que la celebración tendría cierto raigambre.
El segundo elemento es la ornamentación del entorno donde se celebraría la procesión: una carpa de juncias, y el adorno de las puertas por donde pasaba la procesión (como indica la trascripción que hacemos más adelante).
El tercer elemento, quizás el más destacado de los festivos, es la celebración de la fiesta de Moros y Cristianos (ingrediente común en la festividad del Cuerpo de Cristo en la Edad Media hispana), en el que los vecinos participantes adecuarían sus ropajes para adaptarlos al evento. La construcción de un castillo hace entrever la dedicación de la localidad a este acontecimiento propio de la España Levantina.
De nuevo un elemento que hace conectar directamente las tradiciones zalameñas con las del Levante español (el culto a San Vicente Mártir, el desarrollo del arte de la apicultura en el periodo moderno o la enorme influencia de los hermanos Sanz, con Gabriel Alejandro como figura determinante en nuestra localidad, son una muestra de ello).
Otro ejemplo, también recogido en las Actas Capitulares, en esta ocasión para el año de 1675, indica actos similares a los expuestos:
… item acordaron y mandaron que se hagan las fiestas que este consejo hace en cada dia y año al Santisimo Sacramento el dia del Corpus Christi […] por lo cual mandaron que el mayordomo de este concejo prevenga lo siguiente: que dicho mayordomo prevenga los tamboriles necesarios y una danza de xitanas con su guiador. Asi mismo prevenga unos arcos en las puertas de esta villa por donde pasa la procesion y que haga una carpa de juncias como es costumbre y seis docenas de cojetes voladores y dos montantes de fuegos y dos ruedas y que prevenga asimismo las velas de cera blanca de libra para los oficiales de este concejo…
La guinda del pastel en la celebración serían los fuegos artificiales.
A inicios del siglo XVIII, en la enumeración de actividades para el día del Corpus no encontramos ya la celebración de las danzas ni de la fiestas de moros y cristianos, haciéndose tan sólo alusión al tamboril y a los fuegos. En 1770, un informe solicitado por el Conde de Aranda en el que requería ...que conviniendo tener una noticia exacta de todas las Hermandades, Cofradías, Congregaciones, Gremios y cualquiera otra especie de gentes colegiadas, que celebran 1 o más fiestas al año, ya con la funcion de iglesia, ya con otras exteriores de gasto y profusion, bien sea a costa del comun de los individuos, o de los Priostes, Mayordomos, Hermanos Mayores, o Rentas o Dotación de los pueblos, tome yo razon de cada uno de los de mi distrito, dirigiendome a su Justicia y Ayuntamiento respectivo, para que forme su correspondiente relación… se nos indica la responsabilidad de la Cofradía del Santísimo de celebrar la función del Corpus y su octava, cuyo gasto ascendía a 330 reales de vellón. En el mismo informe se decía que…esta misma función gasta el cabildo para enramar de sus Propios las calles y suelos de la estación de la procesión, cera para sus ministros, fuegos y tamboril de inmemorial tiempo a esta parte 300 r.v….
La aparición de la Hermandad de Alumbrado y Vela en 1797 enfatizaría a finales de la Edad Moderna esta Solemnidad de la Liturgia católica.
José Manuel Vázquez Lazo